En la crianza hay muchas transformaciones, muchos cambios, algunos muy rápidos otros más a largo plazo. La crianza desde la observación y el respeto hacia el ritmo y los cambios de nuestros hijos proporciona el mayor crecimiento personal que conozco. ¿Que pasa? que hoy en día parece que estamos cambiando muchas cosas en la manera de criar a nuestros hijos, imagino que siempre hay cambios de mirada y de hacer entre generaciones. Y digo que es el mayor crecimiento personal porque queremos hacer las cosas de diferente manera a como las hemos recibido, porque así lo sentimos o por el motivo que sea. Por ejemplo, el dejar que la criatura desarrolle la psicomotricidad a su ritmo y sin forzar ninguna postura o sin ponerlo en una postura que él o ella misma no se haya puesto (concepto que desarrolló muy ampliamente la Dra. Emmi Pikler 1902-1984 en su libro Moverse en libertad: desarrollo de la motricidad global. y en su trabajo diario en lo que hoy en día es el instituto Lóczy y que fuertemente se sigue creyendo).
La imagen esa de agarrar al bebé de sus bracitos, hacerlo andar, y decir: “mira ya anda” está muy integrada en nuestra sociedad, al menos en la que yo vivo, pero esto está cambiando… pero ¿que pasa por el camino?
He escrito este post: ¿cómo aprenden los bebés? de la observación al acompañamiento de la psicomotricidad pensando que era un escrito muy inocente y sencillo pero he recibido muchos más feedback de los que me esperaba! por eso digo: con sentido común y también quiero ampliar y seguir poniendo la mirada para que, nosotros como madres y como padres podamos reflexionar y buscar herramientas que nos ayuden a criar a nuestros hijos de la manera que queremos.
-A veces se despierta el tema de los limites, unos padres dejan más libertad de movimiento que otros, unos padres acuden antes a ayudar a su hijo que otros. Aquí se mezcla la personalidad y manera de hacer del bebé y la personalidad y manera de hacer de las madres y los padres sumado a su momento vital.
-Como en algunas personas son cambios que intuyen pero no los han vivido ( o sea, no les han educado así) puede despertar algunos fantasmas, movimientos muy profundos de cada uno, pues es algo muy importante el cómo hemos desarrollado nuestra psicomotricidad..
-También hay las madres y / o padres que quieren hacerlo lo mejor posible, hablo de los perfeccionistas, y se enredan por el camino.
-Luego hay la inercia…
-Y más…
Bueno, cuando escribí el post era para animar la mirada del adulto hacia el bebe/niño desde la observación y recordando la confianza que debemos depositar en ellos y así aprender de quienes son, de quien tenemos delante, no hacer desde lo que leo, o desde lo que me han dicho. Mirar a ese bebé, ese en concreto. A veces parece que hay mucha prisa en que hagan cosas lo bebés, y no hace falta tanta prisa con las cosas básicas y tempranas de la vida, sino parece que se pierda la confianza en ellos, es un estar.
Luego, si estás leyendo este post o el anterior y te remueve porque has puesto a tu bebé sentado alguna vez o muchas veces… no te agobies!, la vida está llena de oportunidades, me refiero a eso de: “nunca es tarde…”. Pero las palabras no todos las entendemos igual, o las filtramos igual. Una mamá de uno de los grupos me contaba su inquietud sobre este aspecto: su hijo Martí no hacía la croqueta, ella y su marido lo habían sentado desde hacía tiempo, decía que es un bebé muy movido que en seguida se enfadaba o frustraba y que ellos en seguida lo cambiaban de postura y lo sentaban sin haber hecho aún la croqueta mostraba preocupación porque por el carácter del bebé parecía que necesitaba esa ayuda de los padres pues lloraba si no la recibía … bueno, ella estaba llorando, muy removida, expresando que estaba un poco perdida. Mientras hablábamos todas las mamás sentadas en el suelo, su hijo, como si estuviera en la sala más alucinante de psicomotricidad iba subiendo y bajando por el cuerpo de mamá, de repente bajaba y se tumbaba boca arriba sobre la pierna que en proporción era gigante, y rotaba de cintura para arriba, luego apoyaba esa mano que estaba más cerca del suelo y hacia fuerza con el brazo, cambiando de postura, y se cogía al brazo de mamá y subía, bajaba haciendo flexiones con sus piernas… en fin, que ese bebé estaba haciendo todos los movimientos y todas las estrategias para pasar de una postura a otra… lo que pasa es que cada bebé tiene su ritmo, y desde que empiezan a fortalecer una zona del cuerpo para pasar a una etapa motriz nueva pasa mucho tiempo (o no) hasta que la conquistan. El fortalecimiento de los abdominales cuando levantan las piernas estando boca arriba, las flexiones de piernas… buf!! una cantidad de estrategias que nacen de dentro para madurar el sistema nervioso y preparar la musculatura…
Con sentido común, porque el hecho que Emmy Pickler observó, que no hace falta poner a un bebé en una postura de la que él solo no sepa salir es desde mi punto de vista totalmente cierto. Pero cuando un bebé está en el fular arropadito y sostenido tiene la postura de estar sentado y eso no es forzar a sentarlo, cuando un bebé está en tu regazo, sostenido por tu cuerpo eso no es forzarlo!! Forzarlo o ponerlo en una postura que él solo no se haya puesto es: coger al bebé y automáticamente dejarlo sentado en el suelo, y pum! el bebé se cae, entonces algunos optan por poner cojines para que se aguante, otras veces he visto mamá diciendo: mira mi bebé ya se sienta, y pum! ese bebé se cae.
O la imagen de agarrar los brazos del bebé y hacerlo andar. Si ellos se ponen de pie, los dejas, y si quieren andar y no saben sin apoyos, ellos los buscan, encuentran el apoyo.
Entonces, si tu bebé no se sienta solo y ya tiene 6 meses, y ves que ya quiere comer tu comida es su momento para introducir la alimentación sólida y complementaria, si no se puede sentar solo, porque no sabe o no puede o… lo puedes sentar en tu regazo, por supuesto!!!
También quiero puntualizar sobre los casos de niños que tienen alguna dificultad, patología, algún problema del ámbito que sea, que hace que su ritmo sea diferente al de la media: aun así todos los seres, todos los niños tienen su propio ritmo, y lo bonito y maravilloso es poder verlo y saber acompañar a esa particularidad. Si es el caso de una familia en esta situación lo más seguro es que ya estén de la mano de un experto que les ayude y les aporte herramientas para acompañar a su hijo/a.
El lugar principal donde el bebé desarrolla su psicomotricidad es en brazos de mamá, o papá o la abuela o el adulto referente. Cuando damos la teta cambiamos de lado, o sea aprende y desarrolla lateralidad. También descubre la gravedad, el movimiento, todos los movimientos los saborea estando en brazos, o en tu cuerpo, o en tu regazo, que es el hábitat del bebé, el lugar en el que espera estar cuando nace. Desde la calidez y sostén de su madre, siente seguridad para desarrollar. Al estar cerca del bebé puedes observar que al dejarlo en el suelo va a poder sentir otro limite de su cuerpo y explorarse desde allí también. Y desde el embarazo hablar y explicar al bebé los movimientos que hacéis, pero sobretodo cuando ya ha nacido poner palabras a los movimientos: “mamá te coge en brazos”, “te doy la vuelta para abrocharte el jersey”, “bajamos las escaleras”…
El entorno, el clima y la arquitectura influyen en como hacen los bebés. No es lo mismo un suelo duro y frío de cerámica, que un suelo cálido de madera, ni que una colcha, ni que un colchón… lo mejor es ir proporcionando diferentes materiales y lugares, dentro, fuera y en todas las épocas del año. Las escuelas de tendencia “libre, activa, viva..” nos cuentan que proporcionan al niño/a los espacios y los materiales para que jugando puedan experimentar, conocerse y aprender, el adulto está acompañando y mirando. Pues esto se puede hacer desde bebé en casa.
Os recomiendo Emmi Pickler y Loczi ella si fue una experta en el tema y aportó y sumó con sus observaciones y modificaciones de actuar hacia los niños.
Su libro: MOVERSE EN LIBERTAD: DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD GLOBAL (EN PAPEL) EMMI PIKLER , NARCEA, 1984
Anna Santos, Barcelona Abril 2015