Estos días se dicen muchas cosas, y algunas estupideces…
No estoy de acuerdo con la estrategia que han emprendido los hacedores del informe doula.
Como mujer me decepciona un comunicado semejante donde se trata a la mujer de sumisa e incapaz de tomar decisiones por si misma y en el que se acusa a las doulas de coaccionar a estas mujeres para que dobleguen su voluntad a la de ellas, obligándolas de algún modo a vivir el embarazo, el parto y la crianza de una determinada forma impuesta por la influencia de las doulas, como si la mujer no fuese una persona adulta, autónoma y responsable, capaz de tomar sus propias decisiones. Lo que hay detrás de ese informe en realidad es una visión de la mujer profundamente retrógrada y paternalista, a la vez que se intuye la forma autoritaria y jerarquizada en la que el Consejo General de Enfermería debe entender la relación sanitario-paciente.
En mi camino está el ser responsable de mis acciones, mis sentimientos y emociones y de mis pensamientos, y deseo que la mujer así viva su vida. Sentir que un colectivo que debe estar tan cerca de la mujer elabore un documento así me decepciona y me da a entender que hay mucho trabajar que hacer.
Como doula veo la necesidad de regular esta figura para que tanto mujeres como familias, colectivos sanitarios y demás entiendan que papel desempeña la doula. Después de esto, las otras competencias ya no se confundirán con nuestra figura.
Hay evidencia científica sobre doulas y el beneficio de un acompañamiento no sanitario continuo, por ejemplo el estudio cochrane.
Por mi parte seguiré creyendo que una mujer que decide hacerse matrona tiene la mirada puesta en la mujer y por supuesto desde el respeto, también tiene la mirada puesta hacia el bebé y desde el respeto. Seguiré pensando que se hacen matronas porque realmente les gusta trabajar con mujeres y para nuestro bienestar y SALUD desde el ámbito sanitario, y lo seguiré creyendo porque yo si creo que un mundo mejor es posible, cuando cada una y cada uno seamos responsables de nuestra propia vida y nos demos cuenta de que tomamos decisiones. Así me he encontrado comadronas muy competentes, amorosas y con un conocimiento muy elevado de su trabajo, algo admirable de verdad.
A veces es la propia doula quien no sabe ni definir que es un doula, somos un colectivo muy “verde”, no estamos unidas y además nos estamos expandiendo en todo el mundo porque algunas mujeres quieren este tipo de acompañamiento no sanitario.
O sea, existe un acompañamiento sanitario y existe un acompañamiento no sanitario en el proceso de la maternidad y la crianza. Vale la pena decir que existe el servicio sanitario sin acompañamiento.
Si que es bienvenido un informe para que se definan las competencias de una doula y se denuncien las malas praxis como en todas las profesiones. Creo que debemos poner sobre la mesa todo bien detallado no solo para nosotras mismas sino para que llegue a todo el mundo y que se entienda.
En realidad una doula sabe que no atiende partos y jamás coacciona a la mujer para tomar decisiones, y si esta supuesta persona no es matrona ni sanitaria y atiende partos menos es una doula.
También es importante que las mujeres conozcan cual es el papel de la matrona, que aquí el problema no es solo saber quien es la doula, sino que las mujeres sepan quien es la matrona y que hace para nosotras, cuales son sus competencias, y muy importante, que las mujeres sepan que hay diferentes formas de enfocar y entender el arte de la matronería y así en beneficio de todas la usuarias!
Es una cuestión de orden y respeto.
Una doula, o sea, lo que estamos definiendo realmente por doula, es la primera mujer interesada en la figura de la matrona como el mejor acompañamiento sanitario para el embarazo, el parto y el posparto.
Cada mujer que escoja la mejor manera para llevar su embarazo, parto y crianza, y que escoja quien la acompaña en su proceso.
No gusta el EMPODERAMIENTO, no gusta que la mujer haga uso de su poder, no gusta, lo sabemos todos de sobras, pero que no guste no debe ser motivo de creernos que hay dos lados: el bueno y el malo.
Agradezco a todas la familias, mujeres y hombres y a las sanitarias que si comprenden las funciones del acompañamiento no sanitario, espero que todo este revuelo y manera de decir las cosas sirva para mejorar las relaciones entre matronas, doulas, mujeres, familias…
Ah, importante, la responsable de mi salud soy yo, únicamente yo, las responsables de la salud de la mujer es la mujer.
Anna Santos.