Conferencia incluida en el Día Internacional de la Mujer 2016,
Ayuntamiento Ripollet.
Miércoles 2 de Marzo del 2016.
Cada vez que me acerco a mi feminidad me acerco al hombre, cada vez que me entiendo más como mujer puedo entender más al hombre.
Las mujeres hemos estado aceptando la anulación de nuestra identidad y ahora necesitamos volver a nuestro lugar. El nacimiento del grupo de apoyo de lactancia, crianza, embarazo… a la mujer, como reflejo de esta identidad.
Estamos aquí porque somos madres. Nuestra maternidad nos ha llevado hasta este punto y nos ha guiado para transformarnos.
Cuando llegas a la maternidad te sorprende lo poco que sabes de tu cuerpo embarazada, del parto, del posparto o de la lactancia… y cuando escuchas cada semana y te juntas con mujeres-madres te das cuenta que todas más o menos estamos en lo mismo. Es un reflejo de no estar en nuestro lugar. Así es como nacen grupos como Mami Cria: unas mamás recién paridas deciden juntarse semanalmente para compartir inquietudes y dudas sobre lactancia y crianza, para darse apoyo mutuamente.
Cuando me quedé embarazada se abrieron en mi muchas preguntas que no obtenían respuestas y muchas maneras de hacer que en mi interior no acababan de encajar. También viví muchas frustraciones maternales, algunas sanas de esas que te hacen crecer pero algunas simplemente por “esa falta de espacio de la maternidad” en la sociedad actual. Después de tener a mi primer hijo, acudí a grupos de crianza donde encontré otras familias como yo, con ganas de ser madres y vivir plenamente la maternidad. Así al cabo de los años acabé dedicándome plenamente a los grupos de mujeres desde el yoga embarazo, yoga en la crianza y el asesoramiento en la lactancia y la maternidad.
Cuando estás cada semana escuchando a mujeres en el área de la maternidad, al cabo de un tiempo ves unos denominadores comunes, incluso con diferentes perfiles de mujeres, y las preguntas volvían a mi cabeza:
¿es normal que las mujeres no sepamos parir? ¿es normal que las mujeres no sepamos dar el pecho?… No, no lo es. Se apartó de la vida de la mujer todo lo referente a la maternidad, quizás en ese momento fue necesario, pero las mujeres no nos sentíamos bien, algo en nuestro interior entraba en conflicto. Así es como poco a poco, por la propia experiencia de las madres, han ido surgiendo y creciendo este tipo de grupos de apoyo.
porque al final de todo, ¿quien es la responsable de que yo no conozca mi cuerpo ni mi capacidad de lactar, o parir, o maternar..?
Si, aunque socialmente e históricamente hay una fuerza que evidentemente no ayudó a que la mujer esté en su lugar, y aunque actualmente no haya aún el espacio social para criar a nuestros hijos, el cambio lo tenemos que realizar nosotras, creo que debemos encontrar nuestro lugar primero y luego todo se recolocará.
La sociedad de consumo no entiende de ritmos diferentes como la baja maternal, aunque hay países que si han logrado que las mujeres tengan una baja digna, muchas no están contentas porque se quedan fuera de sus promociones laborales.
O sea, que por una desconexión y un contacto con el miedo surge la necesidad de retomar las riendas de nuestras vidas…
En este punto, yo empiezo a formarme en anatomía femenina, como doula, asesora, … y con todos estos conocimientos y sobretodo escuchando las historias de cada mujer, me encuentro que es todo mucho más grande, quedan muchas capas de la cebolla por pelar. Cuando escuchas tu ciclo menstrual, cada día te observas, te das cuenta que tu energía y vitalidad, dirección, sexualidad, psique y emoción están fuertemente influenciadas por las etapas del ciclo, y aquí me surge otra pregunta: ¿como sería nuestro día a día si consiguiéramos las mujeres vivir respetando y escuchando el ciclo? ¿sería posible? Yo creo que si sería posible, pero evidentemente no en las estructuras actuales. Nuestras estructuras como mucho se modifican según las estaciones del año, y tampoco del todo, pero en España la mayoría hace vacaciones en agosto, esto también influye en nosotras, pero nosotras a parte de un ciclo anual tenemos uno mensual que no se está teniendo en cuenta…
El resultado: es que seguimos “encorsetadas”. Estamos embutiendo nuestros cuerpos-ritmo en un ritmo que no nos encaja, y así es que actualmente hay:
-Dolores de reglas que son silenciados con anti-inflamatorios sin antes ni tener la intención de explicar a esa mujer cual es el proceso de la menstruación, una mínima explicación o acercamiento a lo que es.
-Muchos problemas de fertilidad (este es un tema que otra vez abre un gran debate),
-Problemas en el embarazo de ansiedad y tristeza, reposos, …
-Partos traumáticos,
-Lactancias fracasadas,
-Dolores al dar de mamar,
– Cicatrices en la matriz, físicas o emocionales,
-mujeres sin matriz por extracción (donde se puede seguir haciendo un trabajo precioso inexistente prácticamente).
… por no nombrar el desconocimiento de nuestro cuerpo, partes como el cérvix que la mayoría empezamos a escuchar cuando tenemos que parir. Cuando te quedas embarazada por primera vez empiezas a descubrir la pelvis y el periné, y todo un vocabulario que en realidad ya pertenecía a las mujeres pero que no se nos transmitió.
Este es uno de los lugares que vivimos las mujeres hoy día.
Cuando acudí a la ginecóloga con 15 años por dolores de regla su respuesta fue: “la regla no debe doler, tómate estas pastillas”. Salí de esa consulta sin resolver el problema, la sensación no fue de encontrar la solución, sino de frustración, si la regla no tenía que doler, ¿porque me dolía a mi? ¿hay algo que estoy haciendo mal? ¿está defectuoso mi cuerpo?
Otro reflejo del desconocimiento en todo este tema:
Mi trabajo se basa en la escucha del cuerpo y una herramienta que uso es el yoga. El yoga fue diseñada por hombres para hombres, pero en occidente la mayoría de usuarias son las mujeres. Con los años he ideo modificando la técnica del yoga para el cuerpo de la mujer con respecto al ciclo menstrual, las necesidades, la escucha de la fertilidad y los ritmos. En un grupo de yoga avanzado estaba explicando el porqué de un yoga para la mujer, el porqué modificar unas enseñanzas tan antiguas y beneficiosas. En el grupo la lectura inmediata de uno de los hombres presentes fue: “que manía que tenéis a los hombres”. O sea, que respetar mi cuerpo, conocerlo, escucharlo, adaptar los movimientos vitales a mi fertilidad, y a mi ciclo es despreciar al hombre!!! POR SUPUESTO QUE NO!
Cada vez que me acerco a mi feminidad me acerco al hombre, cada vez que me entiendo más como mujer puedo entender más al hombre.
Por Anna Santos.
Extracto de la ponencia a cargo de Anna Santos y Maribel Bernal.
Organizado por:
Regidoria de Polítiques d’Igualtat, Ajuntament de Ripollet,
MamiCria Ripollte,
MummyKi
Acte inclós al programa del Dia Internacional de les Dones 2016.